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EDUCACIÓN SUPERIOR

¿Ingenieros en vía de extinción?

En Colombia por cada ingeniero se gradúan tres abogados. Las cifras hacen pensar que se requiere mayor divulgación en la formación en ingenierías.

18 de septiembre de 2015

Cada vez se estudian menos ingenierías en Colombia. Según un estudio publicado en 2014, cada año disminuyen los ingenieros egresados y para 2019 habrá un déficit de 19 mil profesionales.

La ingeniería en Colombia nace con las escuelas técnicas a principios del siglo XX, para suplir las necesidades de la industria. Antes, la formación universitaria estaba enfocada en las humanidades y la medicina.

Como se requería construir infraestructura, la capacitación de ingenieros en el país fue prioritaria. Por eso, en 1975 las facultades de esta carrera decidieron organizarse y se creó la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (Acofi).

En los últimos años, algunos hechos del país ha manchado la imagen de los ingenieros: los escándalos por corrupción de los contratistas de obras, las demoras en las entregas y el mencionado hecho del edificio Space, en Medellín. Estos casos han llevado a un desprestigio de la ingeniería local.

Para mostrar los avances en los procesos de formación y la calidad ética y profesional de los ingenieros, se realizó en Cartagena el Encuentro Internacional de Educación de Ingeniería. Allí las 22 universidades que reúne Acofi y expertos internacionales debatieron los progresos en tecnología, ciencia y formación técnica en el país. Esto demuestra que hay talento humano.

La formulación de proyectos de ingeniería es un reto. Según Ximena Dueñas, directora del Icfes, “el 20 por ciento de las personas que realizan estudios de educación superior lo hace en ingenierías”. Aunque el número viene aumentando, a los jóvenes colombianos les interesan más los estudios en humanidades, estudios políticos y de comunicación.

Por lo tanto, existe un reto en la calidad. “La importancia es mantener la calidad y mejorarla, las universidades deben aceptar evaluarse para mejorar los procesos de formación”, puntualizó Dueñas.

Los ingenieros colombianos sí tienen la formación profesional y la capacidad para desarrollar obras de infraestructura de gran envergadura, como el proyecto de llevar agua del río Magdalena a Santa Marta para resolver la falta de este recurso en la capital del Magdalena, que es casi inexistente.

El reto es trabajar por demostrar que la ingeniería colombiana puede responder y cumplir con transparencia y un uso eficiente de los recursos asignados. Las escuelas que forman a los futuros profesionales del país se preocupan porque sean competentes en la región y a escala mundial.

Prueba de ello es que en el Foro Mundial de Educación en Ingeniería (WEEF por sus siglas en inglés), que se desarrollará en dos meses en Florencia (Italia), Acofi es uno de los invitados centrales. Es una oportunidad para demostrar que las facultades de ingeniería de Colombia sí están a la altura de las mejores del mundo.